08 enero, 2010

Volvamos a lo incierto.
Amémonos como ahorcados
con las bocas abiertas.
La última vida arrastrándose a mi cintura,
el cuello tenso. El grito en el tacto
del anterior muerto que yace en mi abdomen.

Una caja de madera seca, cenizas.
La primavera amenazando con su olor.
¿Donde están las gaviotas que me buscaron,
las que vaciaron el mar y llenaron
mi cuerpo con las últimas olas?

Volvamos a lo incierto y dime,
¿no es mi cuerpo mi nombre
y aún me deseas viva?

1 comentarios:

Blogger Pez Susurro ha dicho...

la primavera no vendrá.
e incierto es su recuerdo...

10 de enero de 2010, 13:46  

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