Homenaje.1
A Cesárea Tinajero
Lo de dejar de existir. Las poesias vertebradas en el lugar del diente clavado al ojo y el hilo fino. Hay un desierto vacío de palabras y plagado de aves que nunca supieron volar. Nadan esas aves oscuras.
Hay una mujer que sabe qué estoy escribiendo. Esa mujer fue pájaro. Sabía gritar: gritaba sin caerse en el grito desconociendo todos los sonidos.
Las líneas de sus manos no terminaban nunca.
1 comentarios:
Oye, ya se lo dije a taun: el 7 haremos algo, seguramente en mi casa, porque se va Gonzalo Acha a Sevilla. Si quieres, pásate.
Saludos.
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