26 enero, 2009

Lunes 26

Hay dolores que no se curan ni con el tiempo. Retórica suave. Dos horas más aqui callada y acabaré descomponiendome.
Es inevitable querer racionalizar el devenir caótico de una existencia no mimética. Ausencia de lo retratado. Hoy he aprendido que la fugacidaz de un reflejo nos enseña tres cosas sobre la vida: no hay forma de saber, no hay forma de hablar, no hay forma de pensar. Existen mecanismos pero no formas. Sustancialmente solo somos párticulas con más o menos energía. La cuestión está en vivir en las metáforas. Saber que la conexión entre dos ideas ajenas puede rozar una verdad intermitente pero válida, que exista con la gravedad de la existencia. Permitanme corregirme: El lenguaje ha encerrado en jaula dorada a todo aquello por lo que merecía la pena vivir. Nuestra desgracia.


Estoy descomponiendome. Forma blanda, inerte. Si Bacon me viese no me pintaría solo por no ser hombre.

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