22 febrero, 2011

Naturaleza Muerta (o como volver a la prosa)

LLevo diez minutos así, en la misma postura. Muda, histérica: muerta. Once minutos y treinta segundos; treinta y dos segundos. Dejo de respirar. Si parezco muerta decido entonces que mejor prefiero morir. Me imagino como una vieja de venas hinchadas que hace demasiado tiempo que no folla. Pienso en la piel cetrina de último cuerpo que lameré cuando de verdad sea vieja y esté muriéndome. Pienso en como follan los viejos y me río. Respiro sin darme cuenta y otra vez vuelvo a empezar: aprieto los labios contra los dientes y me concentro. Doce minutos y cuarenta y nueve segundos, cincuenta segundos. Los viejos y sus movimientos mecánicos sobre la cama de la Residencia aparecen en mi mente como un Cortilandia. Los hijos preguntan a sus padres y ellos avergonzados reconocen la envidia que sienten por esos viejos de movimientos mecánicos que al menos follan. De repente la vieja finge un orgasmo que parece un estertor. Los dos paran en seco y una enfermera entra por la puerta para ponerles de nuevo los pañales. Se avergüenzan, todos: del sexo sin condón y de sus pieles frias, de permitir que la enfermera sea su voayeur. La vieja antes se acostaba con el viejo de enfrente. Murió anoche. Su cadaver aún no huele y sigue ahí como si no hubiera pasado nada. La enfermera ha dicho que nadie vendrá a recogerlo y los viejos del pabellón han intentado una huelga de hambre exigiendo la inmediata construcción de un cementerio en la parte de atrás del jardin para esos "viejos desamparados". Han aprovechado la revuelta para reclamar también una excursión a la playa, no se ponen de acuerdo si Torrevieja o Benidorm. Catorce minutos y dos segundos; hace al menos treinta que decidí volver a respirar pero aún así no me siento viva. Desde el suelo, así, retorcida y sin poder levantarme grito. Luego me arrepiento. Mi madre llega llorando y haciendo gestos exagerados con los brazos. La doy tanta lástima que no puede mirarme a los ojos. No me pregunta que porqué me he tirado de la silla de ruedas al suelo ni cuanto tiempo llevo en la misma postura. No me pregunta si he follado desde que me quedé sin piernas.

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