Has venido y me preguntas. Tu, aquí.
¿No extrañás?
Tu acento ahora es extranjero.
No recuerdo.
Amo a un hombre muerto que aveces es árbol.
Gritan afuera.
¿Como amar a un ábol muerto?
Decido dejar de amar. Decido volver
(es decir, quedarme).
Decido ser extranjera
y hacerme a este acento como a la noche
extrañar el recuerdo.
Yo, acá.
¿No extrañás?
Tu acento ahora es extranjero.
No recuerdo.
Amo a un hombre muerto que aveces es árbol.
Gritan afuera.
¿Como amar a un ábol muerto?
Decido dejar de amar. Decido volver
(es decir, quedarme).
Decido ser extranjera
y hacerme a este acento como a la noche
extrañar el recuerdo.
Yo, acá.
1 comentarios:
¿También se te pegaron las ganas locas de idolatrar mortales que tienen los argentinos? Las ganas de inventar deidades pecadoras y defectuosas. Un saludo, me pareció agradable leerte un poco, seguro vuelvo después y le pego otra ojeada más tranquila.
Andrés.
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