16 enero, 2012

Los que llegan no me encuentran. Los que espero no existen.

He llegado hasta aquí para caerme. Como cuando no supe volver de ese Otro lugar al que tampoco pertenecía. Como cuando no supe amar a otros hombres y me detuve. Arrastré mi cuerpo hacia el lenguaje, y desde ese estar deshaciéndote en palabras me nombré Otra. Ahora, otra vez, he llegado hasta aquí para caerme. Para huir, a través de otros cuerpos, de alguien que pretende encontrarme. Y te digo: cuando el hombre haga el amor con los pájaros será ya demasiado tarde. Te estás quemando. Como dos ciegos desesperados damos vueltas buscándonos, nuestras pieles se cruzan pero no te veo: no me ves ahí tendida sobre ti y aullando. No te veo ahí encerrado en el desierto y buscándote.

02 enero, 2012

Porfecía

Gráciles y difíciles,
ahí los dos: mirándose.
Como si el mundo fuera a acabar
entre ese bostezo y ese suspiro.
No se reconocieron. Sabían haber sido pájaros
en algún momento,
sabían haber soñado con peces translúcidos
en cualquier otro.

Estaban ahí cuando el mar se abrío.
Entonces supieron que la galaxia se estaba cerrando.

Los dos temblaron.