14 abril, 2008

Rusia


Adoro la catarsis, me siento tan humana.
He perdido la apuesta que le hice a F. y ahora tengo que llamar a Z. para decirle que le echo de menos, si me lo follo aun tengo posibilidades de ganar y quizás me gane mas días de vacaciones. He pensado en viajar a Rusia, quiero oir crujir a mis huesos de frio, beber vozka con chicas rubias altas y visitar la tumba de "el padrecito". Siempre me llamó la atención imaginar que tendrian en la cabeza los bolcehviques. Me acuerdo cuando iba al instituto y tenía una amiga, L., la cual me contó un dia un sueño (que haria las delicias de Freud) ambientado en la rusia de la revolución, inevitablemente no podía imaginarme otro paisaje que el de un bosque nevado y grandes hombres muy brutos con bigotes llevando una especie de escopetas, todas las niñas gritaban y lloraban, y las mujeres las abrazaban guardando muy bien la compsotura.
He perdido los dias contando los segundos que pasaban, arrastrando sílabas, meciendome despacio entre sudores y jadeos.
Qué infeliz es saber que has sido feliz.